20/10 - Amaneció lloviendo. Y no parecía que fuera a cambiar las altas nubes oscuras que no rodeaban. La noche anterior hubo una fiesta playera hasta las tantas. Los gritos de la gente sonaba a borrachera segura. De hecho por la mañana temprano una de las cabañas estaba llena de latas de cervezas vacía “escondidas”. Por lo tanto, como aún me quedaban algunos días para acabar mi visado de 30 días concedido en la frontera, tomé un último baño tempranero en la playa a las 7 de la mañana para despedirme de este fantástico lugar, y subí a la barca de las 8 de la mañana de vuelta al continente en 1h, con un mar muy bueno. Ya, en Kota Besut, varios turistas cogimos un taxi que nos dejaría en Kota Bharu. Me quedé en el mismo hotel cerca del mercado nocturno (donde volvería a “embostarme” por la noche con sus exquisitos Nasi Kerabu y Saté de Poyo) y de la estación de bus que me dejaría al día siguiente en Rantau Panjang (1 hora y media), y cruzando la frontera pasaría a Sungai Golok en el lado tailandés, donde cogería el tren a las 10 de la mañana que me dejaría en Bangkok a primera hora de la mañana del día siguiente. Unos días para hacer unas compras en la capital tailandesa y de esta manera acabar mi viaje por el continente malayo.