Muchos mochileros prefieren quedarse en esta zona del país porque desde aquí, además de playas, se pueden realizar algunas mini-rutas: fluvial desde Belimbing hacia los lagos Tasik Chini (50R un día entero), doce lagos unidos por canales en cuyas orillas vive una tribu Orang Asli; hacia las cuevas kársticas Gua Charas y Sungai Lembing, las hermosas cascadas de Pandan cuando ha llovido bastante; visitar las hermosas playas de Kemaman, Kemasik y Paka, la isla Ular (Isla serpiente) alcanzable en barca de pescadores, lugar de mochileros bastante popular; o el santuario de tortugas en Chendor para ver las tortugas verdes desovar (15R, de mayo a octubre).
Igualmente se puede navegar las diferentes rutas fluviales con barquitas locales tierra a dentro entre la densa vegetación (15R/2 horas), explorar manglares, montar a caballo (50R por 30mn!), y realizar actividades acuáticas en alguna isla de los alrededores (30R/3 horas).
Cualquiera con ganas de introducirse en la cultura local puede aprender a hacer su propio batik, con la técnica local de dibujar, o imprimir con sellos, motivos sobre una tela con cera y luego teñirlo (es su más importante industria local), elaborar tejidos de hojas de pandano en esterillas, cestas o bolsas (mengkuang), o intentar hacer volar coloridas cometas tradicionales de papel y bambú, que llegan a medir hasta 3mt, decoradas con flores y otros motivos ornamentales y formas tan llamativas como representación de extrañas criaturas sagradas, animales, o incluso la Luna (wau bulan).
Varios enormes incendios en la isla indonesia de Sumatra ha estado afectando notablemente la climatología de toda esta costa S.E., donde la visión era muy mala a partir de los 500mt. Los periódicos informaban de unos altísimos niveles de contaminación que iba a más, debido a las quemas incontroladas de los agricultores y principalmente por los especuladores madereros que mandan a éstos incendiar grandes extensiones para conseguir madera barata y terrenos donde implantar mega-cultivos. Así que el ambiente me resultó muy pesado, y fue una lástima pues apenas se puede apreciar la belleza de este lugar.
El gran negocio de la madera en Malasia está produciendo una enorme deforestación de terrenos, (que ya va por casi el 50% de las selvas tropicales de esta península), es visibles incluso desde la carretera, observándose extensas zonas taladas entre tantísimo verde, me da muchísima pena, y está causando grandes estragos ecológicos como desgastes del terreno debido a las lluvias torrenciales, a veces con catastróficos desprendimientos, e inundaciones excepcionalmente prolongadas. Algunas comunidades tribales están teniendo que trasladarse a otros lugares pues no se respetan sus derechos adquiridos sobre las tierras.
La población que vive en esta zona del país (casi la mitad es musulmana) es muy agradable, pero a la vez algo retraída.